18 de noviembre de 2008

Vodafone se mea (y se caga) en los libros de Historia.

Bell y Meucci... o al revés... no se, no los distingo...
Antonio Santi Giuseppe Meucci (el inventor del teléfono, o al menos el que primero lo inventó) nació el 13 de marzo de 1808 en Florencia Italia, allí estudió dibujo y mecánica en la Accademia di Belle Arti.

Viajó a Cuba en 1835 para ser jefe mecánico en el teatro Tacón de La Habana.

Debido a su interés por los objetos mecánicos, se dedicó al estudio de la electroterapia como medio terapéutico. Como resultado de sus experimentos curativos descubrió en 1849 un sistema de transmisión de voz, cuando indicó a un paciente colocar en su lengua una placa de cobre conectada a hilos conductores mientras él se desplazaba a una habitación contigua con el regulador de corriente en sus manos; al conectarlo a una batería el hombre dio un grito de dolor que Meucci escuchó con claridad por medio del instrumento que llevaba.

Sobre la base de los resultados del suceso, Meucci siguió experimentando en el tema, de tal forma que aisló la placa de cobre con una especie de embudo, para evitar la descarga eléctrica y, ordenó al paciente que hablara por dicho extremo, así pudo comprobar que la voz de éste se escuchaba en la otra habitación con total claridad.

En febrero de 1850 la estabilidad económica de Meucci cambió radicalmente. El Teatro Tacón fue totalmente destruido por un incendio que obligó al inventor a partir a Nueva York.

El costo de la solicitud de la patente y la no comprensión del inglés por parte de Meucci, obstaculizó los litigios de la autoría tanto del teléfono.

En 1876 Alexander Graham Bell patentó el “teléfono” sin que Meucci pudiera emprender alguna acción legal por su precaria situación económica.

En 1889 Meucci falleció en la más absoluta pobreza, sin haber sido reconocido como el verdadero inventor del teléfono.

El 11 de junio de 2002 el Congreso de los Estados Unidos de Norte América, por medio de la resolución 269, reconoció que el inventor del teléfono había sido realmente Antonio Santi Giuseppe Meucci y no Alexander Graham Bell.

16 de noviembre de 2008

La subyugante historia del Hombre-Pez de Liérganes.

Bueno, aquí van unos extractos de una carta de Íker Jiménez de 1997, publicada en las listas de correo de la revista de escépticos, y que me he topado al buscar material sobre este tema; y que sirvan de introducción:

"A mi lo que realmente me gusta es haber conseguido las actas oficiales (de defunción) de un mito del que se llevaba hablando trescientos años en este pais. Yo acabo de cumplir 24 y tras una semana vagando por Cantabria, movido por la ilusion y la tenacidad, he logrado algo que todas las fuentes a las que acudí en principio me dijeron que no existía. Me dijeron(...) que era imposible encontrar las actas. Y era imposible porque el hombre-pez no existió jamas. (...) Yo no se si su historia es real...pero lo que si se ahora Y HE DEMOSTRADO PUBLICAMENTE es que existió y que se le denominaba Hombre -Pez. "

Veamos ahora la singular historia de este... "Sireno":
El 27 de enero de 1879, apareció éste artículo en el "Semanario Pintoresco Español":

"En el pueblo de Liérganes (Montañas de Santander) nació este nadador extraordinario llamado Francisco del la Vega Casar, cuya peregrina historia, al no estar autorizada con muchos testimonios fidedignos, sería preciso desterrar al país de las fábulas. He aquí el extracto de las relaciones que hacen de este fenómeno dos testigos oculares, veraces e ilustrados.

Desde sus tiernos años manifestó este hombre mucha inclinación a pescar, a estar en el río, y una grande habilidad para nadar. A los quince años de su edad paró con el objeto de aprender el oficio de carpintero a la villa de Bilbao, en donde permaneció dos años hasta la víspera de San Juan de 1764, en cuyo día se fue con otros compañeros a bañarse a la ría. Dejó su ropa con la de los demás, y nadando en dirección al mar desapareció de su vista; le esperaron pensando que volvería; pero la tardanza les hizo creer que se había ahogado, y en tal concepto se participó este suceso a su madre, que le lloró por muerto

Dios, que horror, espero que Francisco de La Vega no fuera así.

Cinco años después notaron unos pescadores de Cádiz, que se hallaban en alta mar, una figura al parecer humana, que se mostraba fuera del agua, y se sumergía al acercarse a ella. Deseosos de averiguar que cosa fuese, salieron otro día, y procuraron atraerle con pedazos de pan que le arrojaban a alguna distancia, observaron que los cogía con la manos y los comía. Empeñados con esto en el deseo de pescarle, creyeron conseguirlo juntando muchas redes y usando del mismo cebo, y al fin lo lograron. Llevaronle al convento de San Francisco de aquella ciudad, en donde le hicieron muchas preguntas en diversos idiomas, pero no respondió a ninguna, ni se le oyó pronunciar una palabra. De esta taciturnidad pasaron a colegir estaba poseído por algún espíritu maligno, en cuyo concepto le conjuraron algunos religiosos. Por fin, después de algunos días, pronunció la palabra Liérganes.

Con este indicio se pidieron noticias a este pueblo, y recibidas se determinó un fraile franciscano a apurar por sí la verdad de un acontecimiento tan extraordinario. Salió con el mozo, y llegando al monte llamado de la Dehesa, que dista de Liérganes un cuarto de legua, le hizo seña de que siguiese adelante y guiase. Ejecutólo de suerte, que sin extraviarse un paso entró en casa de su madre. Esta y los hermanos del nadador le conocieron al punto, haciendo con él las naturales demostraciones de cariño; pero él se mantuvo inmóvil sin corresponder a ellas en manera alguna.
Nueve años permaneció en compañía de su madre, siempre con un trastorno intelectual que se acercaba al idiotismo, siendo así que antes de su desaparición manifestaba una regular capacidad. Andaba siempre descalzo.

Tabaco, pan, vino eran las únicas palabras que pronunciaba, pero sin propósito. Si se le preguntaba si lo quería, no contestaba. No solicitaba la comida, pero si se la ponían delante o si veía comer y se lo permitían, comía y bebía mucho de una vez, y después no volvía a hacerlo en tres o cuatro días.
Al cabo de los nueve años desapareció, sin que después se supiese cuál fue su paradero. "

El amigo Iker se curtió durante un tiempo por correo con los escépticos, que le criticaban por su interesada lectura de las actas, de enrevesada caligrafía antigua, pero el caso es que el documento está ahí, y avala la existencia del protagonista y su familia en aquél tiempo y lugar. Si fue o no un "Submariner", ni queda, ni se pretende que quede demostrado, pero...

8 de julio de 2008

Petróleo 2.0

Bacterias que se alimentan de desechos agrícolas, como varas de trigo, hacen algo extraordinario: excretan petróleo crudo, publica el Times Online de Londres.

Greg Pal, un ex ejecutivo de software de 33 años, afirma que este tipo de experimentos que se llevan a cabo en California están despertando mucho interés.
No es ciencia ficción. Greg Pal sostiene en sus manos la excreción de un pequeño bicho y que podría, en teoría, vertirse en el tanque de una camioneta Lexus. No de inmediato, claro está, pero se estima que dentro de un mes el primer vehículo estará lleno de lo que se ha denominado "petróleo renovable".
La compañía LS9 intenta desarrollar un producto que sea intercambiable con el petróleo. La empresa afirma que el "Petróleo 2.0" no sólo será renovable, sino carbono negativo, es decir que el carbono que emite será menos que aquel que absorven naturalmente los materiales con que se fabrica.
Pal, quien es director general de LS9, explica que los "bichos" son organismos unicelulares que miden una millonésima parte del tamaño de una hormiga. Comienzan como cepas patógenas de E. coli, pero LS9 las modifica genéticamente rediseñando su ADN, a través de un proceso de semanas que puede costar hasta 20 mil dólares.